domingo, 20 de junio de 2010

Y el Hombre creó vida…

Y dijo Dios: "Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra… Génesis 1:26.

El pasado 20 de Mayo se publicó en la revista Science un artículo que tal vez no fue publicitado como se debería, al menos no en países como México. El articulo presenta el logro del equipo a cargo del Dr Craig Venter y el Dr Hamilton Smith, cual logro? La “creación” del primer ser vivo artificial.

La manipulación genética no es algo nuevo y la gran mayoría de nosotros aun recordamos las imágenes de Dolly, el primer ser vivo clonado. Sin embargo el trabajo realizado por el Dr. Venter y el Dr. Hamilton es innovador porque no se trata de la simple reproducción o copia de un código genético existente sino de la creación de un código genético enteramente nuevo y con esto la creación de un ser vivo nuevo y artificial.

Lo que este equipo de científicos realizó es muy similar a lo narrado en la famosa novela de Mary Shelley, Frankenstein. El equipo con sede en Rockville, Maryland, tomo el cuerpo inerte de una bacteria unicelular previamente modificada (para tener un núcleo sin protección a ataques genéticos) y le insertaron un código genético artificial, La bacteria después de este cambio no sólo siguió con su “vida” sino que pudo reproducirse y al cabo de unas cuantas divisiones celulares, dejo de existir cualquier rastro de la bacteria original, el ser vivo nuevo estaba completo, JCVI-SYN1.0 había sido creado.

A continuación describiré un poco el proceso y algunos detalles de este titánico avance tecnológico: El principio en el cual los científicos trabajaron es muy sencillo, imitar el funcionamiento de un virus; los virus son seres muy elementales que no pueden reproducirse por sí mismos, así que utilizan los núcleos de las células para almacenar ahí su código genético (ADN), una vez ahí el código genético invasor se reproducirá creando nuevos virus y consumirá la energía de la célula huésped. Con este principio los científicos intentarían introducir un código genético artificial a una célula para lograr que este se reproduzca y al final obtener replicas del ADN artificial, dando como resultado nuevas células.
Para este esfuerzo se escogió el alterar una bacteria (ya que las bacterias son los seres vivos más elementales conocidos por el hombre). Las bacterias en general poseen una defensa en su núcleo que las protege contra los ataques genéticos (virus principalmente), esta defensa consiste en una serie de enzimas que destruyen cualquier secuencia de ADN extraño que entre en contacto con el núcleo de la bacteria. Por lo tanto el primer paso consistía en obtener bacterias modificadas que no tuvieran dicha defensa “activa”, una vez logrado esto, su código genético fue removido y las bacterias “huésped” estaban listas para recibir el nuevo código genético. Después se creó un código genético artificial, el cual entre sus curiosidades posee una “marca de agua”, es decir, posee información escrita entre los genes que incluye el número de serie del ser vivo artificial (JCVI-SYN1.0) así como el sitio de internet del laboratorio y tres citas. Esto se hace no sólo para demostrar el origen artificial del código genético sino también para identificar a la bacteria en el caso, aunque extremadamente improbable, de que escapara del laboratorio. Una vez terminado el código genético este fue insertado en las bacterias huésped y estas continuaron su vida de manera normal, o mejor dicho, la vida de la “nueva” bacteria comenzó. A diferencia de la novela de Shelley o de la Biblia, ninguna chispa o soplo divino fue necesario para que el nuevo ser cobrara vida. Lo único necesario es tener la información que permite a un ser vivo operar, esta información está contenida en el código genético.

Pero que implicaciones traerá este logro para el futuro de la humanidad? Pues empecemos por las evidentes, primero, nuestro entendimiento de cómo y de dónde proviene la vida se deberá incrementar con estos avances. Poco a poco y conforme la tecnología avance podremos entender si la vida fue resultado de una serie de accidentes o si en realidad es una consecuencia natural y común en la evolución de los planetas con las condiciones correctas. Así mismo nuestra interpretación de mitos, leyendas y religiones tendrán que adaptarse a este nuevo rol que la humanidad tomará como diseñadores de vida. El futuro presentará nuevas tecnologías con las cuales la medicina y la industria en general se verán impactadas, por qué molestarse en manufacturar fármacos, si podemos crear bacterias que producirán estos fármacos sin mucho esfuerzo, imaginemos también plantas capaces de procesar mucho mayores cantidades de CO2 o cualquier otro tipo de gas invernadero. Por qué no también, imaginar plantas capaces de producir Biodiesel de manera eficiente y veloz, animales de consumo humano (vacas, pollos, etc.) que tendrían el contenido exacto de proteínas, cero grasas, las vitaminas los minerales y hasta la insulina que muchos necesitamos. Aun mejor, imaginemos ejércitos enteros de bacterias que defenderían nuestro cuerpo contra otras bacterias o virus. Imaginemos el nunca envejecer, el nunca enfermarnos y tal vez, el nunca morir.

Como podemos ver esta nueva tecnología nos enfrentará a nuevos retos, como todo lo hecho por el hombre, posee esa dualidad de hacer mucho bien y a su vez abre la puerta a escenarios apocalípticos (nuevos virus y bacterias capaces del extermino de todo y de todos), pero como especie tenemos que estar listos a enfrentar estos nuevos retos y estar a la altura que este nuevo poder nos brinda.
Siempre habrá quien dirá que el hombre está jugando a ser Dios y estos esfuerzos deben ser abandonados pues de otra manera nuestra soberbia terminará por destruirnos, yo sin embargo creo que este es el momento en el que como seres creados a imagen y semejanza de Dios, con humildad debemos tomar nuestra posición a su lado como creadores de vida en el universo.