domingo, 5 de septiembre de 2010

¿Festejamos?

Pues esta semana fue bastante interesante, pero eso lo trataré en las notas. Por lo pronto me gustaría hablar de lo que todo mundo en México ha estado hablando, el si debemos o no festejar nuestros 200 años de independencia y los 100 de la Revolución, o si siquiera hay algo que festejar.

Ciertamente hoy, nuestro país está pasando por uno de los momentos históricos más importantes y difíciles, la última década, marcada por nuestra entrada al mundo democrático no sólo no ha traído el bienestar añorado, sino que incluso, muchos comienzan a extrañar la antigua Presidencia Imperial que nos gobernó por 70 años. Para mi, creo que estamos viviendo nuestra “adolescencia democrática”, estamos, para decirlo en palabras más sencillas, “en plena edad de la choca”. Estamos descubriendo nuestras capacidades y al mismo tiempo nuestras limitaciones, en muchas ocasiones, nos negamos a aceptar dichas limitaciones e incluso tomamos decisiones estúpidas que nos llevarán a un inevitable fracaso, pero todo es parte de este aprendizaje. Lo mejor está por venir dicen algunos, yo creo que tienen razón y depende de todos nosotros aportar para que superemos esta adolescencia y pronto empecemos a vivir con plenitud nuestra ”juventud democrática” y entremos al concierto de las naciones vigorosamente y dispuestos a enfrentar los retos que el mundo nos plantea.

Pero ¿qué hay de los 190 años anteriores a esta década?, ¿de verdad podemos festejar los 70 años de Presidencia Imperial, los 10 años de lucha Revolucionaria, los 30 años de dictadura Porfirista, invasiones, guerras, y las distintas luchas entre liberales y conservadores por la definición de la Nación Mexicana?. Ante el pesimismo que nuestra misma historia genera, creo que lo más importante es observar todo lo positivo que hemos obtenido en los últimos 200 años; años en que nos hemos constituido como un país independiente (que aun lucha por encontrar su nacionalidad).

Creo que el México de hoy, el México que nos llena de orgullo (y aquel que nos avergüenza), es resultado no sólo de los últimos 200 años, sino de mucho tiempo más, es resultado de nuestros orígenes indígenas y de nuestros antepasados Europeos. Es mezcla de religiosidad y salvajismo, de rebelión, sometimiento y deseos de grandeza. Es un abanico de culturas, mezcladas todas en picardía, en chacoteo y hasta parranda. En trabajo arduo, en sueños inalcanzables, en fe sin límites. Pero es sobre todo, familia, compasión y esas ganas de ayudar que en cada tragedia el mexicano hace gala, somos una Nación a la que le falta encontrar muchas cosas, pero que nos sobra corazón.

Por eso hoy te invito a festejar, a festejar mucho y con muchas ganas, no seas de esos que se esconden y se disfrazan de intelectuales para mostrar su pesimismo y su patrioterismo (que no es lo mismo que patriotismo). Investiga, infórmate y aprende de nuestra historia, para que juntos evitemos los errores previamente cometidos, festeja porque ahora y mañana esos errores no serán más. Festeja porque tienes un país al cual puedes llamar tuyo y sobre todo, festeja porque hoy está en ti y en tus manos comenzar a construir una Nación.

Aporta, crea, invita y ayuda, la conformación de la Nación que queremos no se dará por arte de magia, se necesita de ti y de todo tu esfuerzo, olvídate de los estereotipos que nos han definido en el pasado (¿el sombrero, el tequila, la hamaca, la flojera, el sol, el maíz?) y construyamos los nuestros, los de nuestra Nación, una Nación dispuesta a aceptar sus raíces pero no a arrastrarlas, sino a evolucionar a partir de ellas. Construyamos la Nación que añoramos y que merecemos.

Hoy, y sólo hoy festeja, festeja conmigo, porque lo que viene requerirá mucho trabajo…

Va por, ti, va por mi, va por mi Nación, nuestra Nación, ¡Viva México!

Notas:

Pues resulta que agarraron a la Barbie, hay quienes dicen que es lo que le está salvando la estrategia y el año al Presidente, yo digo, ¡duro con ellos señor Presidente!, uno a uno todos los capos van a caer, aquí lo importante es comenzar a generar tracción en el plan maestro, ¿cómo atacamos el consumo y la producción, de tal manera que las caídas de capos no resulten en incentivos perversos para generar mejor y más negocio para aquellos que aún andan afuera?. Pensemos en legalización, en educación y en culturalización, las únicas soluciones que darán resultados a largo plazo.

El Presidente dio su informe, el día 2 de Septiembre (algo que ya se está haciendo costumbre), los señores Diputados y Senadores cambiaron el formato del Informe para que el día primero de Septiembre no fuera más “el día del Presidente”. Creo que les salio el tiro por la culata, hoy se habla de regresar al formato anterior, con mejores reglas para evitar “malos espectáculos” y sobre todo hacer el ritual del informe una fiesta republicana, un debate, un informe. El señor Presidente nos invito a la unidad, muchos ya dijeron que si le entran, otros aún le andan sacando la vuelta, yo digo: ¿Dónde firmo señor Presidente?, ¡cuente conmigo!

Finalmente, esta semana hubo una noticia que en lo personal me llena de dolor, la muerte de Germán Dehesa, yo no voy a hablar de que hemos perdido a una de las mentes más brillantes y caritativas que el país haya tenido, yo hablaré simplemente de la pérdida de un amigo, aunque nunca lo conocí en persona, sus editoriales me habían acompañado diariamente por los últimos 11 años de mi vida. Aprendí que el estudió con los Maristas (como yo lo hice también), conocí a su familia, descubrí su enorme gusto por la chacota, las mujeres y sobre todo su pasión por este país, México, y los más desprotegidos que en él habitan. Descubrí su pésimo gusto futbolístico y muchas, muchas veces el diferir con sus opiniones me motivó a informarme más. Hoy mi amigo no está más, no lo leeré, no diferiré, no reiré con él… pero hoy Germán sigue aquí y hoy los invito a no olvidarlo y a intentar, como él, ayudar a nuestro país. En honor a él y con enorme respeto este blog se unirá a su llamado, no sólo para recordarnos que no debemos de vivir en la impunidad, sino para que cada uno de nosotros reflexionemos y veamos si somos capaces de responder de manera positiva a su eternal pregunta:

¿Qué tal durmió? MDCCCXCIII (1893)

Ya para terminar aquí dejo una liga para un Blog de un compañero que va muy ad hoc con este post: http://LasIdeasDelGrupo.blogspot.com